domingo, 28 de noviembre de 2010

Neoliberalismo privatización del agua en el mundo, transnacionales y conflictos

Neoliberalismo privatización del agua en el mundo, transnacionales y conflictos

Neoliberalismo privatización del agua en el mundo, transnacionales y conflictos

La hidromafia quiere poner a la venta el agua. La Organizacion Mundial del Commercio, la banca multilateral y las Instituciones Financieras Internacionales (IFI's) como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), son los ejes fundamentales que estan poniendo al vital liquido en las manos de las empresas.
Bechtel y Monsanto, dos empresas de los Estados Unidos, buscan privatizar y controlar el agua en varios paises, tales como India, Bolivia y Mexico.

Las empresas Vivendi y Suez se están adueñando del agua en el mundo y controlan el acceso al agua potable de más de 100 millones de personas en el planeta.

El avance en su salvaje privatizacion pretende poner en pocas manos la vida de miles de millones de personas.

En Argentina y Chile ya se han privatizado muchos ríos para uso exclusivo de las grandes corporaciones transnacionales. El Banco Mundial obligó a Bolivia a privatizar su sistema de agua que fue comprada con corruptelas por la empresa de los Estados Unidos, Bechtel, quien se encargó del sistema de agua de la ciudad de Cochabamba. Inmediatamente después que la Bechtel tomó control del sistema, el acceso al agua disminuyó y los precios subieron 40%. Pero luego, el pueblo por medio de su resistencia y organización recuperó el sistema de agua potable.
En la ultima década los gobiernos han ido privatizando el acceso al servicio de agua, alcantarillado, limpieza, exportación y tecnología relacionados con el agua. En el año 2000, el FMI obligó a la privatización del agua de 16 países subdesarrollados. Entre estos países estuvieron Angola, Benin, Guinea-Bissau, Honduras, Nicaragua, Nigeria, Panamá, Ruanda, Santo Tomas y Príncipe, Senegal, Tanzania y Yemen. Como podemos observar, al menos tres de ellos son países hermanos Centroamericanos y ocho del Africa Subsahariana. Todos tienen el mismo factor común: altamente empobrecidos y terriblemente endeudados con los bancos multilaterales. Esta situación les permite tanto al BM como al FMI imponer sus políticas de manera más rápida.
En la localidad de La Soledad, Colombia, la empresa Técnicas Valencianas del Agua (Tecvasa) de España, que no tiene inversiones en su propio país, logró la concesión del servicio del agua por 20 años. Tecvasa controla una zona con nueve millones de habitantes en América Latina, con un volumen total de negocios de 180 millones de dólares en 2001. Esta empresa fue creada en 1999 para concursar en las privatizaciones del agua en América Latina. A solo tres años de su creación contaba ya con cuatro filiales: Metroagua en Santa Marta (Colombia); AAA Dominicana (Santo Domingo, Republica Dominicana); Amagua en el cantón de Zamborondon (Ecuador) y AAA Venezuela, en el Estado Zulia.

En México, según cifras oficiales, más de 12 millones de mexicanos y mexicanas no tienen acceso al agua potable, que es equivalente a toda la población de Guatemala. En México el gobierno de Vicente Fox lanzó también el proceso de privatización del agua con apoyo de recursos económicos del BM y otros bancos norteamericanos. La transnacional Suez ha ganado muchas ofertas de privatización en varias ciudades mexicanas así como Vivendi y Bechtel camuflada como Unites Utilities. En todas estas ciudades será donde las colonias y barrios populares ya no contaran con cuotas fijas en el servicio del agua sino que se elevaran aumentando la pobreza en los mismos cinturones de miseria.

LA GUERRA POR EL AGUA

La utilización del agua afecta las relaciones dentro y fuera de las naciones; entre poblaciones rurales y urbanas; entre intereses río arriba y río abajo; entre los sectores agrícola, industrial y doméstico; y entre las necesidades humanas y los requisitos de un medio ambiente sano. Es por ello que el agua dulce será el motivo de muchas guerras en el mundo por disputarse su acceso y control. Esto no es nuevo. Hace 4,500 años las Ciudades-Estados Sumerios de Lagash y Umma negociaron para dar fin a su confrontación por el agua del río Tigris.

Desde el año 805 se tienen documentados más de 3,600 tratados en torno al agua en aspectos de navegación, energía eléctrica, pesca, irrigación de cultivos, delimitación de fronteras, accesos a manantiales, etc. Alrededor de 300 de ellos no tienen que ver con navegación y abarcan aspectos relacionados con la cantidad de agua, su calidad y la hidroenergía.

De ellos, muchos se limitan a aspectos relativamente restringidos y no establecen principios para la gestión integrada del recurso en toda la cuenca. A medida que se va intensificando la presión sobre la utilización del recurso, se puede esperar que se incrementaran los conflictos por el agua y que se requerirán una mayor cooperación.[6]

Desde 1820 al ano 2000 se han firmado más de 400 acuerdos que consideran al agua un recurso precioso, caro, limitado y finito.
De 1948 al 2002 se registraron 1,831 interacciones provocadas por el agua, de las cuales 1,228 fueron de carácter cooperativo que promovieron la firma de 200 tratados de reparto de aguas y la construcción de nuevas represas. Se registraron 507 conflictos de los cuales 37 fueron violentos, 21 con intervenciones militares y 30 han sido protagonizados por Israel y sus vecinos. Se han registrado guerras y conflictos de diversa índole en Israel, Jordania, Siria, Palestina, Egipto, Yemen, Irak, Kuwait. Estados Unidos también le disputa el agua a México y lo hace en la Triple Frontera con Argentina, Uruguay y Paraguay. También hay conflictos en las cuencas del Mar Aral, Jordán, Nilo y Tigris-Eufrates. Pero de seguir la tendencia, podremos encontrar en un futuro conflictos en torno a los ríos Lempa, Bravo, Ganges, Kunene, Rio de la Plata, Mekong, Orange, Senegal, Tumen, Zambeza, Limpopo, Han, Incomati, Usumacinta, Lago Chad, entre otros. Actualmente se calculan que existen 640 conflictos serios por el acceso al agua en todo el mundo.

Existen 261 vertientes que cruzan fronteras políticas de dos o mas países los cuales se encuentran en 145 países. Estas cuencas abarcan un 45% de la superficie terrestre del mundo, contienen un 80% del caudal fluvial global y afectan a un 40% de la población mundial.
En más del 60% de estas vertientes no existen tratados de cooperación, distribución y conservación del agua. De estas 261 vertientes, 80 se encuentran en el Continente Americano donde esta el 14% de la población mundial y el 41% del agua del mundo.

Curiosamente, en algunos de los países con recursos hídricos escasos están muchas de las empresas transnacionales que andan tras la producción de energía hidroeléctrica y la privatización del sector. Para el ano 2025, podría haber una crisis mundial del agua. Entre los 15 países con mayor "estres de agua" (crisis de agua) están, por orden de importancia: Arabia Saudita, Yemen, Egipto, Israel, Corea (Hyundai),Irak, Madagascar, España (Union Fenosa, Endesa, Iberdrola), Irán, Marruecos, Pakistán, Alemania (Siemens), Italia, Sudáfrica y Polonia.
Por eso el control por el agua lleva a mayores conflictos bélicos y por ende a la militarización.

En el Area de Libre Comercio de las Americas (ALCA) y el PPP el agua se ha convertido en un asunto de seguridad nacional para el gobierno de los Estados Unidos. Las empresas norteamericanas invaden el territorio comprando y controlando todos los recursos estratégicos con la ayuda de las bases militares de Estados Unidos.

El informe del Banco Mundial, Independent Water Entrepreneurs in Latin America- The other private sector in water services (Proveedores independientes de agua en America Latina
- El sector privado alternativo de servicios de agua), ofrece un análisis de las empresas priva-das en el sector del agua en América Latina: Ar-gentina, Bolivia, Colombia, Guatemala, Paraguay y Perú. En las ciudades analizadas estas empresas atienden el 25% de la población local. Las empresas pequeñas cuentan con redes fijas (suministro por tubería) que dan servicios a 14.000 hogares. Sin embargo, en Santa Cruz, Bolivia, las cooperativas de vecinos son las únicas proveedoras de agua potable para el millón de habitantes. Por otra parte, la iniciativa privada en Córdoba, Argentina, da el servicio de agua al 10% y hasta el 15% de la población que equivale a 38.200 hogares.

LAS ALTERNATIVAS

Es necesario que el servicio básico del agua se mantenga como un bien publico y no privado ni comercial. Es importante evitar que el agua esté bajo el control, dominio y exclusiva posesión y beneficio económico de la iniciativa privada. No se puede dejar en manos privadas tanta responsabilidad sobre la vida de toda la humani-dad.

Lo anterior significa que el agua no es un problema en si mismo, sino que el problema es el modelo de desarrollo que la usa. No habría problemas del agua si las industrias limpiaran la que contaminan antes de regresarla al río; si no hubiera el abuso de agroquímicos que más benefician a las corporaciones trasnacionales que los producen. No tendríamos problemas de agua si no hubiera tanta deforestacion productode las plantaciones de monocultivos a gran escala, o de la tala de millones de hectáreas de bosques para satisfacer al mercado del papel malgastado en los países del norte.

Tampoco tendríamos problemas del agua si no represáramos tantos ríos para justificar el abastecimiento de agua a las grandes ciudades que las desperdician en las tuberías o en el mal uso del recurso, o para generar tanta electricidad que se desperdicia y se malgasta mas en los países desarrollados. Ante la cultura del derroche y despilfarro, una nueva cultura del agua es necesaria. Una cultura de cu idado y ahorro y de criterios de equidad en su distribución. Hay agua para todos los humanos del planeta.

Es necesario recuperar formas tradicionales de captación del agua; de generar sistemas descen-tralizados en el campo y de generar un modelo económico sustentable. El 80% de la tierra agrícola del mundo se cultiva con agua de lluvia, y contribuye con un 60% de la producción de alimentos. Se puede fortalecer los cultivos con agua de lluvia y mecanismos sostenibles para retener el agua, recargar depósitos o recargar las aguas subterráneas, terraplenes, etc. En lugar de hacer tantas represas incosteables con ese dinero se pueden reparar las tuberías, modificar las cisternas o hacer campañas para el ahorro y buen uso del recurso.

Existe un aspecto controversial. Mucha gente opina que todos tenemos que pagar por el agua que usamos. ¿Se puede comparar el consumo del agua al consumo de cualquier otro producto, bien o servicio? ¿Se puede pedir esto a la población pobre?

El día de mañana las grandes trasnacionales nos dirán que luego de haber contaminado el aire de todos, el aire del planeta necesario para sobrevivir la humanidad entera y cualquier forma de vida que en ella habita, ellas la van a purificar y además habrá que pagarles por limpiar el aire luego de que la han contaminado. Es fácil exigirle a la población que pague por el agua cuando la dificultad de acceder a ella es fruto del enriquecimiento de otros sectores. Es fácil decirle a la población rural que pague por su agua cuando las grandes ciudades tienen agua barata y desperdiciada a costa de represar ríos y secar las fuentes de agua en el campo.

Es fácil pedirle a la población que pague el agua porque el gobierno ya no tiene dinero luego de haberlo empobrecido obligándolo a aplicar políticas neoliberales. Pero lo mismo se argumenta con la salud, la educación y otros servicios básicos que deben estar en manos delEstado y no en manos de la iniciativa privada. No es ella la que ha firmado la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
 
 
 
JOSE ALI MORENO LOBO C.I  18953763    EES

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